Parecía que el día nunca llegaba pero sí, llego, y claro fue una mañana con sentimientos bastantes encontrados. Pero totalmente normales. Nervios, miedos, ilusión...Esos diez minutos de la sala de espera fueron para mí como 10 interminables horas...
Y en ese momento, escuché mi nombre: Vete al servicio ha hacer pipi y luego entra a la consulta. La doctora nos aviso de que era una ecografía larga y durante la que no "permitían" preguntas. Nosotros lo iríamos viendo todo en la pantalla superior y al final ella explicaría lo que había visto. Creo que mis ojos trabajaron de forma independiente durante toda la ecografía, sí y no exagero. Mi ojo izquierdo no le quitaba la mirada a la pantalla en la que veía (eso si, a trocitos) a mi niña y mi ojo derecho no le quitaba ojo a la doctora. Tengo que decir que era menos expresiva que la ginecóloga de la eco de las 12 semanas y no me daba mucha "información".
Por fin, después de unos 15-20 minutos hablo: todo esta bien. Y nos lo explico todo al detalle. Yo ya me había quedado en la frase de "todo esta bien", el resto no lo entendía. Luego me leí el informe unas 4 veces . Hablaba en un lenguaje que entendí sin problemas.
Salimos del hospital respirando y disfrutando, ahora toca empezar a disfrutar, a pesar de que el hematoma aunque en una versión mas reducida, sigue con nosotros.
Mi niña está perfectamente y pesa 334g. Y lo más importante...desde el pasado viernes día 1 de Diciembre, ya la siento a diario. No como "ataques" a modo de patadas, pero si sus sutiles toquecitos, que cada día van a más. Y sí, estais en lo cierto, muero de ganas de notar esa primera patada.
A comparación de la ecografía de las 12 semanas está fue escasa en cuanto a imágenes se refiere, y es que ya esta muy grande como para sacarla entera, y al ser una eco tan exhaustiva las imágenes son mas a modo de calavera.
A! Y queda confirmadisimo que es una niña, jajajaja.
Un beso!
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